Mi gallina cierto día,
de la casa se marchó
y y su marcha me produjo
un verdadero dolor.
Pasó el tiempo, pero un día
mi gallina regresó.
No vino por cierto sola
mi gallina, no señor.
Le seguían diez pollitos,
cuatro negros cual carbón,
cuatro eran amarillos
y blancos los otros dos
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